viernes, 5 de noviembre de 2010

La carrera y los problemas

La señora Mallette sacó adelante a su hijo sola. Fue madre soltera a los 18 años, aunque el padre existe en la fotografía familiar y dio el apellido al hijo. Pattie Mallette, más conocida por ser la madre del adolescente que está obligando a toda una generación a peinarse y vestirse a su estilo, teme que ahora la estén dejando de lado en la fulgurante y millonaria carrera de su hijo, Justin Bieber, jovencito por el que se mueren y gritan hasta desgañitarse niñas y adolescentes.
Todo apunta a que Mallette lleva días buscando un abogado que represente sus intereses, después de que se extendieran los rumores de que ni siquiera pudo leer con antelación la autobiografía de su hijo y de que nadie le informara del contrato millonario que el retoño firmó con una conocida compañía para lanzar su nueva temporada de esmalte de uñas. Justin Bieber, de 16 años, canadiense nacido en Ontario, fue descubierto en el año 2007 por Scooter Braun -su actual mánager-, un cazatalentos musical que navegaba por YouTube en busca de nuevos rostros. El cuento de hadas se hizo realidad y sucedió lo que muchas veces había soñado para su hijo Mallette. Justin se convirtió en un cantante que mueve millones y cuyo rostro está casi todas las semanas en las revistas del corazón.
Noticias hay prácticamente todos los días respecto a Bieber. Ya sea que le ha crecido un centímetro el pelo o que ha sido denunciado por pegar a otro menor mientras se divertía en un local recreativo jugando con falsas pistolas láser en una localidad cercana a Vancouver. La Policía Montada de Canadá confirma la investigación pero no aporta nombres. La página web TMZ, dedicada a seguir la vida de celebridades y famosos de todo tipo, no sigue los criterios éticos de la vecina policía y asegura que Bieber golpeó al niño porque este último le llamó “maricón”.
El biógrafo de Bieber se ha mostrado muy sorprendido por la noticia de la pelea. En opinión de Chas Newkey-Burden, Bieber es un joven muy reservado que se queda en la habitación del hotel jugando con videojuegos con su madre cuando está de gira.
Aunque, sin duda, su vida deja de ser tranquila y reservada cuando las autoridades locales se ven obligadas a intervenir y controlar a las masas de jovencitas enloquecidas -caso de Nueva Zelanda, donde la madre del cantante fue golpeada- o cancelar un concierto en Australia porque miles de chicas se abalanzaban sobre el escenario, con el resultado de ocho heridos.

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